Ayer visitamos la residencia de ancianos, para poder felicitar las fiestas a los yayos y yayas que se encuentran en ella.
Así pues, nos pusimos nuestros gorritos, cogimos las panderetas y les brindamos una mañana llena de villancicos; cantados y bailados por todos nosotros ¡Unos grandes artistas!
Compartimos un tiempo muy valioso, cantando todos juntos, desde los más grandes hasta los más pequeños, una canción de Navidad que llenó nuestros corazones. Nos despedimos muy contentos y orgullosos por tener la oportunidad de vivir esta gran experiencia, por la ilusión navideña que se respiraba en el ambiente y por todas esas sonrisas que fuimos capaces de regalar.
¡Gracias por conseguir que fuera un día mágico!